Como me pasó con las escaleras, que un buen día caí en la cuenta de que tenía unas cuantas en mi disco duro, me ha vuelto a pasar con los murales. Incluso con estos ha sido más “grave” pues tengo muchas más fotografías que de las escaleras.
Aunque mi primera foto de un grafiti es de un cierre de una tienda en Gran Vía considero que la oficial es la del cierre del Bar “Ojos Negros” en Madrid. Este cierre me llegó a obsesionar un poco pues, hice unas cuantas sesiones, tengo varias decenas de tomas del mismo.
Posteriormente he hecho unas cuantas tomas que, se puede decir, fueron casi accidentales, es decir, caminando por las ciudades me los iba encontrando y los iba fotografiando. Aunque, con el tiempo, al igual que me ocurrió con las escaleras, antes de viajar a algunas ciudades investigo en internet para buscar sus emplazamientos. También me ha pasado lo contrario, cuando no era consciente de mi gusto por los murales, viajar a ciudades que son verdaderas minas, como New York, y apenas aprovechar la oportunidad.
Desgraciadamente, este arte es efímero y más de uno de los murales aquí retratados ya no existen por haber sido vandalizados.